Fidel es un país

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____________Juan Gelman

sábado, 7 de mayo de 2016

Bladimir Zamora eterno bayamés y hermano Saíz

Fotos / Armando Contreras Tamayo (lademajagua.cu)

Para los amigos que me piden detalles contantemente sobre lo ocurrido con Bladimir Zamora, muchos de ellos allende los mares, aquí va lo publicado en La Demajagua, el periódico de Bayamo, su tierra, y de la que tan orgulloso estaba el Blado; siempre nos dijo que él era primo quinto de Carlos Manuel de Céspedes –si no es cierto, por falta de patriotismo no era. 

Qué hermoso que fuera en la Casa del Joven Creador de la Asociación Hermanos Saíz donde lo velaran, pues el Blado es de la AHS hasta la médula; por la historia de los hermanos Sergio y Luis, porque fue fundador y de la dirección de esta hermosa organización de creadores, y porque para nuestro entender, es esa una institución modélica de la Revolución Cubana, y algo muy posiblemente único en el mundo. 
Una organización con financiamiento del estado para proteger el arte más joven, ese que no suele reportar ganancias económicas; o sea, que se invierten importantes recursos para propiciar la promoción y desarrollo de los desconocidos prácticamente, y, se hace, además, depositando plena confianza en esos jóvenes, que reciben todo ese apoyo (dinero, recursos, concilios de institucionales, de estructuras, etc.) para que ellos mismos los administren sin condicionar en lo más mínimo ese respaldo. 
Son esos jóvenes asociados menores de 35 años de todo el país, quienes administran y deciden cómo se invierte ese presupuesto; los mismos creadores, ejerciendo toda la libertad para hacer crecer su obra de la mejor manera entre las comunidades. 
Hago toda esta acotación porque, por esas razones, el Blado velaba con celo todo lo que tenía que ver con el desarrollo de la Asociación; la seguía constantemente, y le afectaba profundamente el menor error, o dejadez, o desuido o desvío de su razón de ser. Al enterarse del menor percance llamaba a la dirección pertinente o asociados relacionados al hecho, para reparar el posible daño; igual hacía ante los brillos y destellos positivos, lo cual era, en ambos casos, muy atendido por los jóvenes por su prestigio personal (aun en los momentos menos sobrios).
Cuando supo de la muerte de Esther Montes de Oca, la madre de los Saíz, hace unos días, comenzó a llamarnos, muy afligido, pidiendo páginas importantes de publicación en el Caimán. Para Bladimir Zamora ser de la AHS era ser, entre todos los asociados, los hijos que le faltaban a Esther, de ahí que la sentía también como madre.
Por ello, me alegra especialmente que la AHS (en su 30 aniversario ya) le haya reciprocado.

Sepultan restos del intelectual Bladimir Zamora en Bayamo

Fotos / Armando Contreras Tamayo

Bayamo-. Los restos del destacado poeta, crítico especializado en música popular, periodista e investigador cubano Bladimir Zamora Céspedes fueron sepultados hoy, en esta ciudad oriental, con la presencia de numerosos creadores y otros amigos.
La lectura de algunos de sus versos musicalizados y el velatorio en la sede territorial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), organización de la cual era Miembro de Honor, fueron el preámbulo de la marcha hasta el campo santo de la capital provincial de Granma.
Blado, como lo llamaban cariñosamente, sobresalió por su labor prolongada en la revista El Caimán Barbudo, y falleció a los 64 años de edad, víctima de una cirrosis hepática, contra la cual combatía desde el 2013.
El pasado martes fue ingresado en el hospital Carlos Manuel de Céspedes, el principal de Granma, y dos días después, a las 10:05 de la noche,  su corazón dejó de latir.
El hermano, Juan Ramón Zamora Céspedes, dijo a la ACN que la tristeza embarga a toda la familia,  y este golpe demoledor solo se puede aliviar, de forma leve, por el apoyo y cariño de tantos amigos, entre ellos muchos jóvenes, quienes estuvieron pendientes de su salud hasta el deceso.
Agradeció la posibilidad de velar los restos en la sede de la AHS, un sitio que fue casi la primera casa para el importante intelectual, autor de antologías como Cuentos de la remota novedad (1983) y de los cancioneros Una guitarra, un buen amor, (2007) y Trovadores de la  herejía (2012).
En esa institución, que reúne la vanguardia de los creadores granmenses menores de 36 años, su cuerpo descansó desde las dos de la madrugada de hoy, cubierto por la enseña nacional, junto a ofrendas florales de Julián González, ministro de Cultura, y la presidencia nacional de la AHS.
El joven músico Dairon Fonseca Escobar refirió sentir un profundo dolor, porque Bladimir era un gran amigo y permanente consejero en el mundo creativo.
Juan Salvador Guevara, vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en Granma, destacó que Zamora Céspedes debe ser recordado con alegría, tal como es, porque los creadores auténticos nunca mueren, solo se adelantan para sembrar nuevos sueños.
Resaltó que deja una extraordinaria obra poética, investigaciones acerca de la música popular cubana y artículos periodísticos de valía enorme, en publicaciones de gran prestigio, como la revista El Caimán Barbudo.
Bladimir Zamora Céspedes, oriundo del poblado de Cauto del Paso, en el cercano municipio de Río Cauto, solía acompañar y promover la carrera de artistas jóvenes y, según dicen personas cercanas a él, tenía una habilidad especial para percibir el talento en los demás.
Residió durante varios años en La Habana Vieja, en un apartamento nombrado por sus amigos La Gaveta, donde guardaba una de las mayores colecciones de música cubana del país.
Otras de sus compilaciones literarias son Poesía cubana: la Isla entera (1995),  Sin puntos cardinales (1987)  y Papeles de Panchito,  (1988).
Obras suyas aparecen publicadas en páginas impresas y digitales de Cuba y el extranjero.

2 comentarios:

  1. Gracias Diablo, por la ilustre idea de publicar las fotos de su homenaje póstumo, era algo que no dejaba de imaginarme mientras insistía en escuchar la canción "Cuando un amigo se va" escrita por Facundo Cabral para momentos desolados como este, una, y otra y otra vez estuve escuchándola, dándole imagen -más bien procurando imaginarme- a la bandera nacional encima de su féretro... Blado nos deja su estela en la cultura y en la vida y muchos le agradecemos con la urgencia de las despedidas y la inconformidad de estos tragos amargos que nos impone, por eso: Salud Blado! y espera por nosotros para el sorbo final...

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  2. No hay como describir el sentir de un despido, de lejanía queda siempre la esperanza del rencuentro, de un adios final nos deja el amargo sentir que no alcanzó el tiempo para concluir una conversación, un abrazo, otra descarga llena de historia. Blado con el pasar tendremos mas tiempo para seguir compartiendo de tu simpatía y ameno cariño. Salud !!

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