Fidel es un país

Fidel es un país
____________Juan Gelman

lunes, 24 de noviembre de 2014

Música de todos los colores en Las Tunas

Fotos: Junior Fernández

Dormir es una quimera en estos días tuneros; con el Festival de Música Joven se salta de un concierto de una orquesta de cuerdas, a una tarde de trova con rap o una noche que va del rock a la música electrónica; incluyendo un conferencia magistral del maestro Jesús Ortega, “La guitarra en la trova cubana” que, entre reseñas, conceptos y anécdotas nos llevó de la mano para toda la historia de la canción cubana, desde Sindo o el Benny, o el Bola hasta Silvio, Pablo, Noel, Pedro Luís Ferrer, Vicente, el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, y hasta las más nuevas generaciones, todo contado como un cuento del que somos parte, donde la guitarra hilvana universos espirituales, poetizando la vida, donde no hay ayer: el arte musical es para vibrar ahora mismo, así venga del más remoto tiempo y espacio.
Tras el encuentro con el maestro Ortega   disfrutamos las presentaciones de orquestas de guitaras de los niveles elemental y medio de la Escuela Vocacional de Arte “El Cucalambé”, momento estremecedor por la complejidad del repertorio y el nivel de ejecución de aquellos estudiantes bien jóvenes (adolescentes realmente).    
Organizado por la Asociación Hermanos Saíz este evento “Entre Música”, reúne cada año músicos de diversos rincones del país y de la más variopintas tendencias, y lo mejor, confluyendo a veces en los mismos espacios. En esta edición (entre el martes 18 y el sábado 22 de noviembre) hemos disfrutado las tarde de trova en el Patio de Pepe (de la AHS) conducidas por un trovador-filósofo-personaje entrañable de este tierra, Freddy Laffita y por las que han pasado propuestas de alta poética como los del trovador Ariel Díaz
Freddie Laffita con Iraida Williams
y Leonardo García, con remate de Gerardo Alfonso el viernes 21, que en la tarde noche realizó el concierto central con su grupo; encuentro marcado por la entrega del público al trovador. Me tocó introducir este clímax del evento presentando la revista El Caimán Barbudo, y los libros “Cualquier flor de la trova tradicional cubana” y “Santiago, Gerardo, Frank y Varela: Trovadores de la herejía” publicaciones de la Casa Editora Abril. Como era de esperar el concierto de Gerardo Alfonso levantó los espíritus, no solo por la música en sí misma, sino especialmente por la personalidad de Gerardo, por la sencillez y manera de interactuar con el público invocando este tiempo, dándonos, con sus ideas, nuevas utopías que navegan contra viento y marea; Gerardo es un ente cultural y social que no canta por cantar, que nos sacude desentrañando esta época con su canción y su manera de hilvanarla con su charla y esa gracia que saca de estudiar su entorno, de registrar el alma de la gente. El concierto tuvo momentos de gran emotividad íntima y otros de palmas y baile, pues Gerardo (cada día más abarcador) armó dos horas con ratos a guitarra, otros a piano, o con la banda en diversidades sonoras, siempre poéticas. Parte de esa magia la tuvo también el cuarteto de guitarras que encabeza Elvira Skourtis regalando hermosas versiones de “Para Bárbara” de Santiago Feliú y “Giovanna” de Gerardo. 
Las tardes del patio de Pepe nos mostraron también a jóvenes trovadores tuneros como Daniel Velásquez (el Gato) y Carlos Dragoní, en descargas donde el trovador Audis Vargas puso cierto toque afro y en la que nos damos ese lujo de escuchar una voz muy especial de canto hondo y pulido como canto rodado, la de Iraida Williams, cantora que navega por diversos géneros con la autenticidad y el encanto de las almas grandes. (A la hora del regreso en el patio se preparaban los trovadores Ariel Díaz y Yaima Orozco, por lo que se pueden dar por hechas otras de alto lirismo trovadoresco. En este mejunje musical que termina en los conciertos nocturnos en el espacioso patio central de la Casa del Joven Creador, ha estado también el hip hop con Las Kálidas de Holguin, y esa zona de la trova defendida con banda (llamada fusión) especialmente abordada por jóvenes exponentes y que suele traer aires de pop, o de rock, o regué.  Si bien pueden alejarse un tanto de los conceptos de trova que hemos traído, la actitud hacia la canción y hacia los textos (aunque con toques más lúdicos) puede emparentarlos con ese movimiento de casi dos siglos de existencia; digamos que variantes sobre el clásico tema de trovar; dos buenas muestras estuvieron de concierto anoche con Carlos Dragoní y su banda, bien adentrados en un rock con toques afrocubanos y “Señales” liderado por Osmelis Ricardo y que resultó una agrupación de timba trovera que incluyó un tema de Freddy Laffita; en ambos casos grupos con músicos jóvenes que sonaban bien amarraditos; propuestas llamativas que arrastraron a los jóvenes de intereses musicales distintos y que buscan en las noches del evento cada cual lo suyo y de paso se llevan lo del otro, en armonía y un ambiente realmente solidario, sano (sin que este “sano” implique abstemias o recogimientos). Hoy nos esperan bandas de rock, y el final de cada noche con el proyecto Electro Zona del djs holguinero Tico, quien propone sonoridades interesantes, de muy buen gusto y desde un conocimiento profundo de de tendencias musicales y bien atento a los estados emotivos del público.          
Un momento cargado de asteriscos para el alma fue el concierto “Vida”, homenaje a la nueva trova cubana y en especial a Santiago Feliú, donde clásicos trovadorescos fueron abordados desde una visión clásica con formatos de cuerdas. 
Vida,
traes entre las manos vivas
la esperanza y un motivo 
para que tu ser resulte 
para todos un camino.   
Un cuarteto de guitarras, compuesto por cuatro mujeres instrumentistas interpretaron cuatro canciones con nombre de mujer: “Para Bárbara” de Santiago Feliú, Rosana de Silvio Rodríguez, “Giovanna” de Gerardo Alfonso y “Sandra” de Pablo Milanés. 
Se amplió el formato a la Orquesta de guitarras “Isaac Nicola” interpretó “Candil de viene” de Raúl Torres, “Para vivir” de Pablo Milanés y “Ojalá” de Silvio Rodríguez. El cierre, con la Orquesta de Cámara de Las Tunas, y jóvenes cantores con acompañamiento de coros, hicieron “Monedas al ire” de Carlos Varela, “Quisiera” de Gerardo Alfonso, “Si te vas” de Frank Delgado y “Vida” cierre que levantó a todos de sus asientos. Un concierto muy sentido que arrancó lágrimas y fuertes ovaciones, así como el elogio del maestro Jesús Ortega. Este concierto, estremecedor, (y que me gustaría verlo también en La Habana) es obra un alma culta y sensible Elvira Skourtis, actualmente profesora de la EVA “El Cucalambé”, institución muy especial que trae al ambiente cultural tunero jóvenes de muy buena formación como instrumentistas y como seres que expresan cultura honda en su proyección. Con el público de pie, entre largos aplausos Elvira alzó su vista y sus manos agradeciendo a Santiaguito extendiéndole sus manos, a sabiendas de que estaba ahí, gozando como todo creador que se expande entre la gente con la belleza que dejó, y que crece.    


Palabras al programa del concierto “Vida” 


Siempre he confiado en la veracidad de lo espontáneo, así surgió nuestro encuentro, con la espontaneidad de las afinidades descubiertas. Y así nació Vida, un proyecto soñado de conjunto y fruto de deseos comunes. Conducir un encuentro como el que hoy se ofrece sin la savia de una idea sentida, que enamora y convoca con solo compartirla, habría sido un fracaso. Hace mucho que insistíamos en que experiencia tal, sería no solo inolvidable sino necesaria. La propuesta surtió el efecto deseado y en el concierto Vida se juntan voluntades y talentos que aunque cercanos en espacio, prescindían de propósito semejante.  
La trova fue el móvil, la fraternidad que emana de un deleite afín nos condujo bajo las premisas de la obra de la generación prodigiosa de Los Topos. Una interpretación particular, que surge del conocimiento profundo de la música y una sensibilidad conmovedora hicieron el resto. 
La gratitud nos une y es perdurable, aunque no nos impedirá involucrar los esfuerzos en nuevas intenciones que queremos haga comunes.  
A Elvira Skourtis y a usted, que decidió compartir la realización de este empeño, ya no tan espontáneo, muchas gracias.  
Anay Reboso Pozo 
Presidenta de la AHS

Nota extra: “Entre Música” Festival de de la Asociación Hermanos Saíz en Las Tunas mostró gran nivel de organización, cumpliendo todo el programa (a pesar de los pesares –algunos con el sempiterno transporte, o un par ausencias de invitados previstos meses antes), el público muy joven copó las presentaciones y creo que para todos resultó un viaje de hallazgo en hallazgo. Al ser un evento donde confluyen e interactúan músicas diversas todos descubrirnos otras caras: muchachos que regularmente solo escuchan rock, se acercaron a la música electrónica, o troveros al hip hop, y salseros a la música clásica, en una mezcolanza que nos abre las expectativas y visiones; esto sin detallar la presencia de poetas y artistas plásticos (por mencionar los más presentes). Observaciones: Estos encuentros pueden significar más para la vida cotidiana en Las Tunas, y para el crecimiento de la cultura musical y general. La EVA tiene un potencial que podría ser más aprovechado, la radio y la prensa estuvieron pendientes (aunque valdría promover y reflejar lo que ocurre Entre música a otros niveles). Ocurrieron allí importantes sucesos (por ejemplo el concierto de Gerardo o el Vida) que merecían la presencia de personalidades y directivos de Cultura, y especialmente de la UJC. Un evento como este organizado por la AHS donde los jóvenes (creadores y públicos) están viviendo intensamente, son momentos ideales para conocer a fondo sus motivaciones, sueños y necesidades. Gracias al piquete de Anay, la presidenta DE LA Asociación Hermanos Saíz, por entregarse todo el tiempo a ser útil, a los visitantes y al pueblo tunero que tuvo sus rincones poéticos del más alto vuelo.            

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