Fidel es un país

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____________Juan Gelman

viernes, 21 de septiembre de 2012

Joaquin Sabina: al barrio que hay detrás de las estrellas

Hace un tiempito escribí sobre Mezo Bigarrena, cantautor de una obra no muy vasta pero intensa, creador de una pieza que interpretan muchos cantores, entre ellos el argentino Juan Carlos Baglietto y el cubano Santiago Feliú “En este barrio”. Se me quedó pendiente una canción que le hizo Joaquín Sabina a Bigarrena cuando se enteró que había muerto, por suicidio.
Mezo Bigarrena, de origen vasco, fue un trotamundos que llevó su vida bohemia a varias ciudades donde trabó amistad con importantes músicos, como Joaquín Sabina, Chico Buarque, Milton Nascimento y los hermanos uruguayos Hugo y Osvaldo Fattoruso. Quizás queden en los recuerdos de ellos noches y madrugadas de música y estados delirantes donde la poesía ronda dando tumbos al amparo de alguna mujer.
A Joaquín Sabina ya dedicaré otro momento ahora te paso fragmentos de la historia que se cuenta de las andanzas de Sabina y Bigarrena, (la extraigo de Página/12) y te dejo con la canción que salió de esa amistad.
“En Londres Mezo Bigarrena  conoció a Joaquín Sabina, con quien entabló una amistad que terminó, dicen, por un asunto de polleras. Al poco tiempo, cuando Sabina trepó en las ventas, el Vasco gritaba entre risas y rabietas: “¡Yo le robo las mujeres y él me roba los versos!”. No son pocos, en efecto, los rasgos que ambos comparten a la hora de escribir. Por ejemplo: “Hablaban siempre de dinero /Y planeaban asaltar un banco /Y al llegar otro febrero /soñaban con fugarse en un barco./ Uno se hizo maricón /otro se hizo marino mercante /Aquél cree en la revolución /mientras su hermano es un traficante”. ¿Sabina o Bigarrena? Bigarrena. Mezo buscó a Sabina en sus pasos por Buenos Aires, pero los encuentros nunca pasaron del abrazo y el ¡qué alegría verte! El Vasco, sin embargo, juraba que en Londres habían sido muy amigos. Sabina, de hecho, se enteró de su muerte en medio de una entrevista para Página/12 con el periodista Víctor Pintos. Quedó exánime, a tal punto que el reportaje se suspendió y recién se reanudó al día siguiente, cuando Sabina llegó con la canción “Flores en su entierro” recién salida del horno: “Veinte años atrás lo conocí /en Londres conspirando contra Franco /Vendía el mejor aceite de hachís /y le excitaba más robar un banco/ que el Mayo de París”. (La versión original acaba de editarse en Diario de un peatón, el último trabajo de Sabina, con el nombre “Flores en la tumba de un vasquito”.)

Flores en la tumba de un vasquito 

Autor: Joaquín Sabina - Pancho Varona - Antonio García de Diego
Versión cantada por Fito Páez en CD  "Enemigos íntimos" de 1998   

Versión del CD "Diario de un peatón"   de 2003 

                  ...para el vasco Bigarrena

Excepto las de la imaginación 
había perdido todas las batallas. 
Un domingo sin fútbol (una tarde de lluvia) nos contó, 
vencido, que tiraba la toalla 
y nadie lo creyó 

Pero, esta vez, no iba de farol; 
al día siguiente se afanó (consiguió) una cuerda 
y, en lugar de rezar una oración, 
mandó al mundo a la mierda 
y de un “palo borracho” (del árbol más alto)  se colgó. 

Debía luca y media (quince meses) de alquiler, 
dejó en herencia un verso de Neruda, 
un tazón con pestañas (barquitos) de papel 
flotando en el café 
y una guitarra tísica (clásica) y viuda. 

Lo poco que tenía lo invirtió 
en un hueso de lujo para el perro 
y en pagar al contado la mejor (mayor) 
corona que encontró… 
para que hubiera flores en su entierro. 

Veinte años atrás lo conocí 
en Londres, conspirando contra Franco. 
Era el rey del aceite de hachís 
y le excitaba más robar un banco 
que el mayo de París. 

Por Florida (Corrientes) lo vi la última vez, 
con su traje anacrónico (aire melancólico) y marchito, 
estudiando (al mirar) el menú de un cabaret, 
“¡hay comida, mi plato favorito!” 
gritó para joder (por ofender). 

Debía luca y media (quince meses) de alquiler, 
dejó en herencia un verso de Neruda, 
una lágrima de lilí marlen
(un tazón con barquitos de papel) 
flotando en el café 
y una guitarra tísica (clásica) y viuda. 

Lo poco que tenía lo invirtió 
en un hueso de lujo para el perro 
y en pagar al contado la mejor (mayor) 
corona que encontró… 
para que hubiera flores en su entierro. 

Parece que fue ayer cuando se fue 
(ayer hizo dos meses que se fue) 
al barrio que hay detrás de las estrellas, 
la muerte, que es celosa y es mujer, 
se encaprichó con él 
y lo llevó a dormir siempre con ella. 


Acordes

 Am           B7            Dm
Excepto las de la imaginación
         Dm            E7      Am
había perdido todas las batallas.
                               B7
Una una tarde de lluvia nos contó,
  Dm           E7           Dm
vencido, que tiraba la toalla
 F            F7
y nadie lo creyó

 Am            B7            Dm
Pero, esta vez, no iba de farol;
          Dm          E7      Am
al día siguiente consiguió una cuerda
                             B7
y, en lugar de rezar una oración,
 Dm                     Am
mandó al mundo a la mierda
   F               F        Am
y del arbol mas alto se colgó.

  Dm                        Am
Debía quince meses de alquiler,
       F7                      E7
dejó en herencia un verso de Neruda,
    Dm                      Am
un tazón con barquitos de papel
                 B7
flotando en el café
   Dm               E7       Am
y una guitarra clasica y viuda.

    E7
Lo poco que tenía lo invirtió
                              Am
en un hueso de lujo para el perro
        Dm
y en pagar al contado la mayor
                Am
corona que encontró…
  F7                 E7             Am
para que hubiera flores en su entierro.

 Am           B7         Dm
Veinte años atrás lo conocí
        Dm           E7         Am
en Londres, conspirando contra Franco.
                           B7
Era el rey del aceite de hachís

  Dm           E7        Dm
y le excitaba más robar un banco
 F           F7
que el mayo de París.


 Am          B7              Dm
Por Corrientes lo vi la última vez,
        Dm          E7      Am
con su aire melancolico) y marchito,
                           B7
al mirar el menú de un cabaret,
  Dm          E7          Dm
 comida, mi plato favorito!”
 F            F7
gritó por ofender

  Dm                       Am
Debía quince meses de alquiler,
       F7                      E7
dejó en herencia un verso de Neruda,
    Dm                       Am
un tazón con barquitos de papel
                 B7
flotando en el café
   Dm               E7        Am
y una guitarra clasica y viuda.


   E7
Lo poco que tenía lo invirtió
                             Am
en un hueso de lujo para el perro
        Dm
y en pagar al contado la mayor
                Am
corona que encontró…
  F7                 E7             Am
para que hubiera flores en su entierro.


   E7
Ayer hizó dos meses que se fue
                                     Am
al barrio que hay detrás de las estrellas,
         Dm
la muerte, que es celosa y es mujer,
                  Am
se encaprichó con él
    F7               E7            Am
y lo llevó a dormir siempre con ella.

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